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Exposición “De Animas y Perros” año 2000 – [TEXTO] de Eduardo Matos Moctezuma


“La presencia del perro en Mesoamérica se remonta a épocas muy tempranas. Restos óseos del canino se han encontrado en diversos sitios arqueológicos así como representaciones del mismo en pintura y escultura. Esto no es de extrañar, pues el perro tuvo varios usos en el México prehispánico. Sirvió como alimento ritual; el decimocuarto día del calendario llevaba su nombre; se han encontrado representaciones en cerámica que indican que se utilizó como juguete; en el ámbito de la simbología lo vemos asociado con la muerte.

En efecto, se menciona que un perrillo bermejo acompañaba al muerto en su peligroso recorrido al Mictlan. Al llegar al gran río del Inframundo, el espíritu del muerto se encontraba con el de su perro, y montado en su lomo lograba atravesarlo. En los mitos también juega este papel, pues cuando Quetzalcóatl baja al mundo de los muertos lo acompaña su nahual, Xolotl”.

“Todo lo anterior nos habla del papel relevante que el animal tuvo dentro de estas sociedades. Su presencia, a través de la escultura contemporánea de Sergio Peraza, es significativa para entender que su importancia prevalece ahora convertido en obra de arte”.

Eduardo Matos Moctezuma

Client

Museo del Templo Mayor