Secondary Menu

“El Librero de Sergio Peraza”

Revista Lee+ Gandhi

Sergio Peraza tiene un oficio rudo. Su quehacer –marcado por la
tentación de desafiar al tiempo con la fuerza del metal– es una
herencia de su padre, el escultor yucateco Humberto Peraza; sin
embargo, el gusto por los libros y la música le llegaron por línea materna.
Todo indica que doña Angelina era una mujer de letras y notas.
Adentrarse en su biblioteca es fascinante: en ella se notan distintos estamentos.


Diferentes huellas que revelan legados y búsquedas personales.
Los grandes volúmenes de arte conviven con la literatura o con
los ensayos que van de la ciencia al erotismo pasando por la historia.
La diversidad parece ser su único signo.

Con sus libreros ocurre algo
muy parecido, ellos también nos muestran distintas eras que el sol
terminó por reunir en un espacio apenas separado por una pared de
su lugar de trabajo, del taller en el que nacen sus esculturas. Algunos
de ellos están empotrados y parecen haber sido pensados junto con
el lugar en el que se encuentran, otros tienen la rusticidad adecuada,
unos más se transforman en oquedades que permiten adentrarse en
ellos para sentarse a leer, y los últimos tienen distintas procedencias
y materiales.

Sin embargo, todos están colmados de libros y objetos,
de esculturas, triques y réplicas de dinosaurios. Sergio, junto con
uno de sus perros, está sentado en la pequeña banca que cobija uno
de sus libreros y, cuando escucha el clic que anuncia la grabación,
comienza a hablar.

Comments are closed.