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La intención del artista, fundamento de la trascendencia del arte.

Universidad Nacional Autónoma de México

Maestría Historia del Arte

Haydeé Gutiérrez Villa

10 de diciembre del 2010

 

La intención del artista, fundamento de la trascendencia del arte.

Sergio escultor Peraza

 

He aprendido que las obras de arte hechas con el alma del artista, en algún momento crean su propio discurso y, en un punto de la historia de cada obra, deja de tener mucha importancia lo que el artista creador pensaba o sentía, las obras por si mismas entablan códigos de comunicación sorprendentes. El discurso vendrá en su momento con cada obra, conmigo o sin mí.

 

La producción artística siempre ha estado presente en la vida del hombre, pues es parte de su necesidad de comunicarse y expresarse. Debido a esto, a lo largo de la historia el arte ha sido apreciado y estudiado, sin importar que de las obras sólo quede el recuerdo, una historia, un dibujo o una leyenda, en ocasiones, queda olvidado en el tiempo el nombre del autor, así como su intención y la función de la pieza, sin embargo, esto deja de tener importancia ante la relevancia que la obra pareciera haberse formado con los años, lo que sucede frecuentemente, a tal punto que la autoría y funcionalidad, pierden protagonismo para su apreciación y análisis, lo que quizás, sea cierto para algunas obras.

No obstante lo anterior, contra menos datos existen, nuestra investigación se torna más complicada y nuestro margen de error es mayor, pero en caso contrario, si tenemos mayor información, debemos ser muy cuidadosos para reconocer los datos buenos – correctos y confiables – de los malos – erróneos -. Por ello, hablar con el artista sobre su trabajo es elemental para la comprensión de una obra, por la riqueza que aporta, ya que no en pocas ocasiones quedan olvidados o son desconocidos, a lo que se aúna, que aunque tengamos la oportunidad de conversar con el artista, su intención y discurso, a veces resulta algo complicado de descifrar hasta para ellos mismos, ya sea porque jamás se han detenido a meditar sobre ello o, porque no saben traducirlo a palabras o simplemente porque no les interesa, lo que dificulta la labor del investigador.

El que una persona sea consciente del porqué tomó la decisión de convertirse en artista, qué es lo quiere decir, cuál es el discurso o discursos que construye y cómo van modificándose, es de suma importancia y me atrevo a decir, que tal vez sea la parte medular del éxito del artista, pero especialmente de la trascendencia de la obra, ya que el autor muchas veces se ve condicionado por las relaciones y su capacidad de promoverse a sí mismo y a su obra. La perdurabilidad del arte en el tiempo, el espacio y la sociedad, está ligado con aquello que fundamenta y cimienta la obra, lo cual puede ser o no muy obvio. Para descubrir este discurso, también debemos tomar en cuenta la materialidad de la obra, pues cuando el artista no trabaja por encargo, tiene la libertad de utilizar materiales que no son escogidos al azar, sino por un gusto o un interés propio. También, es imprescindible recurrir a fuentes literarias, artísticas, religiosas, históricas, etc., es decir, buscar el elemento que se encuentra debajo de la superficie presentada, ya que aunque una obra pueda interpretarse y reinterpretarse, tampoco es válido realizar interpretaciones libres que no caben dentro de ella.

Si bien es cierto que el artista por ser creador tiene prerrogativas, muchas veces se pierde en la idea de que no tiene que saber necesariamente nada, tanto teórica como técnicamente, pues todo se justifica bajo la bandera de la inspiración y el gusto, claro que éste condiciona su trabajo, pues en todo lo que hacemos podemos encontrar conexiones con lo que nos agrada. La inspiración y creatividad efectivamente, tienen un papel importante, así como que experimente y juegue con materiales y técnicas, no obstante, todo juego tiene una finalidad y, el ser ignorante hasta de sus propias intenciones no es una de ellas. Cuando vemos las grandes obras y decimos “hay algo en la obra,” es porque así es, comunican y transmiten, hay un discurso construido detrás del objeto físico al que el espectador se enfrenta.

En cuanto al juego del artista y su creatividad, éste se ha mal interpretado como una suerte de pereza, mientras que es exactamente lo contrario. El juego no sólo promueve la diversión, sino que permite la desautomatización, el aprendizaje,  el desarrollo de capacidades y la formación de relaciones y de carácter. El juego y la experimentación son un complemento del conocimiento que un artista debe tener de las técnicas y los materiales, pues este saber le otorga la capacidad de hacer un buen trabajo y resolver problemas.

Casi siempre cuando el historiador del arte hace una interpretación sobre una obra, generalmente ésta se vuelve la protagonista, pero no hay que olvidar al artista, pues me parece interesantísimo conocer mejor a aquella persona y sus concepciones sobre el arte, que se encuentra detrás de la obra, el creador.

Conversaciones sobre el arte con Sergio escultor Peraza.

Por todo lo anterior, en esta ocasión se habló con el escultor Sergio Peraza, para conocer su intención, qué lo mueve como escultor y, cuál es su concepción personal del arte y su obra. Él tiene dentro de su producción esculturas ecuestres, series de minotauros, perros xoloitzcuintles, toros y principalmente retratos; pese a que los retratistas han sido subestimados y se considera que no son creativos y que han tomado el camino fácil. Peraza confirma este dicho, al comentar que dentro del gremio efectivamente, muchos lo hacen para obtener los recursos económicos para vivir y no realmente por una vocación o atracción por este género.

Sergio Peraza forma parte de una familia de escultores, que lo influenció e impactó desde niño. Con todo, saber porque se decidió a continuar esta tradición artística, me pareció la primera pregunta obligada. Jamás dudé de tomar otro camino… La escultura ha sido parte de mí y es donde quiero permanecer, esa fue su respuesta. Nunca lo meditó o analizó como aquel que lo hace sobre la carrera a estudiar o el negocio a abrir, pues desde la infancia, con su padre donde iniciaron sus apreciaciones artísticas, estuvo involucrado con el arte, dibujando y esculpiendo, creando y observando esculturas en casa, en museos, parques, plazas, ciudades, catedrales y cementerios.

La función y la importancia de la escultura para Sergio es la comunicación, de la que buena parte se vuelve universal al llevarla al lenguaje escultórico que ejemplifica, inmortaliza, ornamenta y embellece por muchas generaciones. Las ideologías, capítulos históricos consumados, remembranzas de fundaciones, grandes hazañas y épicas batallas por la libertad de los pueblos, son ejemplos de la función de la escultura. Además, sublimiza a los hombres notables de una comunidad para que nunca sean olvidados, materializa acciones heroicas, conceptos y dogmas como Patria, Libertad, Esperanza, Amor y Lealtad, cataliza los hechos, anécdotas, leyendas y acontecimientos que dan solidez y cohesión a una comunidad, es memoria material que enriquece la psique del colectivo y con la que conviven generaciones pasadas, presentes y futuras, volviéndose un hito geográfico.

En la escultura la materialidad es quizás más evidente que en otras expresiones artísticas. Actualmente, aunque hay una gran experimentación en lo que respecta a la utilización de materiales, Peraza tiene una clara preferencia por el bronce, debido a que desde la antigüedad se ha utilizado y sigue utilizándose casi de la misma forma. En su juventud aprendió a trabajarlo y apreciar el paso del tiempo sobre él, mientras adquiere coloraciones únicas con los años. Es un material del que según dice, debes ganarte su confianza. El material forma parte del discurso de una obra terminada, la utilización de distintos materiales ayudan a enfatizar o expresar una idea o sensación, como el frío, calor, angustia, erotismo, soledad, severidad, habilidad, etc. En cuanto al proceso técnico-creativo, el uso de diferentes materiales es necesario, pero confiesa, que hay que saber dialogar muy bien con ellos. Otro aspecto importante del bronce, nos platica el escultor, es que si conoces bien la técnica, el proceso y posees las habilidades del oficio, tienes como artista la oportunidad de trabajar en cualquier fundición artística del mundo. Él ha laborado en talleres de EUA,  Francia, Reino Unido y China.

El diálogo con los materiales y la “pericia técnica” como dice Sergio Peraza, es muy importante, ya que conocerlos, elaborarlos y saber su comportamiento es elemental para un escultor, hay que saber hacerlo, desde el primer y más pequeño detalle, hasta el último y más grande. Contratar un taller de fundición y dejar en manos del fundidor gran parte de su trabajo es difícil, pues la confianza es básica y estaba acostumbrado a trabajar en La fundición de su padre Humberto Peraza Ojeda,  en la que él podía estar involucrado al cien por ciento. Desafortunadamente, ése taller se cerró desde hace varios años.  Por lo mismo, en otros talleres, él gusta de  involucrarse en todo el proceso, bajo su ojo supervisor, asiste al maestro fundidor además de dar los retoques de ceras y acabados, pues no concibe que alguien más lo haga.

En cuanto a la producción artística, muchas veces los historiadores del arte nos enfocamos en el espectador y su experiencia estética, olvidándonos del goce que el artista tiene en el proceso de creación, el cual forzosamente es distinto al del espectador. Sergio Peraza goza del trabajo duro de su oficio, como él lo llama, lo que lo convierte en un escultor completo. Usar  tapabocas y gogles, cubrirse de polvo, hollín y sentir el calor de las llamas en el horno, forma parte de ese goce estético, del proceso de elaboración que sueña o imagina la pieza terminada.

No obstante las grandes satisfacciones que un artista tiene, como todo en la vida, se encuentra con múltiples problemáticas, uno de ellas son los productos químicos que se usan para la escultura en bronce y los daños que pueden causar a la salud, tales como problemas respiratorios, erupciones en la piel y accidentes. Otro inconveniente puede ser el factor económico, ya que los materiales y gastos necesarios para realizar una escultura pueden ser muy elevados, esto sin contar con que algunos, como las resinas epóxicas suben de precio día a día. Por otro lado está el tiempo de vida, que en ocasiones es limitado porque el material se descompone, impidiendo almacenarlo para futuros trabajos, ejemplo de esto son las resinas poliéster y el yeso. Otro problema del costo es el estándar de calidad, que a veces obliga a comprar material importado para obtener óptimos resultados, afectando la producción de artistas jóvenes, que en muchas ocasiones no tienen la solvencia para adquirir los materiales adecuados, debiendo trabajar con material deficiente, lo que repercute en su factura y adquieren con el tiempo malos hábitos escultóricos.

La economía desgraciadamente condiciona la producción artística de cualquier lugar, así como lo hace la flora y la fauna que influencia la creatividad. Sergio Peraza nos da un ejemplo sobre esto, en Ecuador se realiza  mucha escultura monumental, pero de cemento en lugar de bronce, debido al costo, así que allí se ve claramente que el material y otros elementos dominan al artista, convirtiendo  las esculturas en pesadas moles.

Como ya se mencionó, el retrato a veces no es valorado como una obra original, de inspiración creativa y discurso personal, pero es importante recalcar que sirve como documento histórico, un retrato permite identificarse y relacionarse con ese personaje que ya no está, es una suerte de biografía en masa, hay espectadores que gustan de los retratos y ven en ellos detalles que otros no, parecieran descifrar códigos, así como el artista lo hace.

Para Sergio Peraza el destino se fue involucrando con el gusto personal, él trabajó con su papá en los encargos de retrato, obtuvo conocimiento y experiencia, a tal punto que su padre le otorgó mucha libertad para solucionar y modelar los bustos que en aquella época (1987-94) le encargaban a Humberto Peraza Ojeda. Finalmente, a la edad de 23 años, firmó su primer contrato de un busto, lo cual además de darle una satisfacción económica le indicó el medio a seguir explorando. Sin embargo, para saciar al artista, inició una colección, sin compromiso de encargo, de personalidades admiradas por él.

Su interés por el retrato está alejado de la copia fiel. Hacer un retrato nos dice el artista requiere principios, como tener cuidado en la elección de los modelos a retratar, no hacer bustos sólo por cobrar, sino elegir personalidades interesantes o al menos que para él lo sean, así como también la búsqueda de un estilo personal inconfundible, basado en ir más allá del parecido físico, lo que se contrapone con las ideas de retrato de su padre. A Sergio Peraza le interesa el aspecto psicológico del retratado, que el busto sea reconocido como lo que es, una obra de arte, que trasciende el mero homenaje al ego. En cuanto al espectador, prefiere que éste no diga: “Está igualito”. La introspección del espectador y el silencio al encontrarse con una obra suya es lo que busca, que reflexione sobre ese “algo” indefinible en la obra, al mirar los ojos de bronce de aquel personaje que cruzan tu mirada y algo te hacen sentir.

Por otro lado, enfatiza el estudio en museos, de bustos antiguos, romanos, etruscos, egipcios y persas ya que en ellos quedan los testimonios en arte, de un ser humano que caminó este planeta hace siglos.

En lo que concierne a la labor de retratar a alguien, esta es muy compleja y cada artista tiene un proceso distinto, algunos como Francis Bacon prefieren trabajar con fotografías y no con modelos. En el caso de Sergio, cuando las personas a retratar están vivas, gusta de tener al modelo presente, primero estudia a fondo la fisonomía de la cara desde todos los ángulos, arriba, abajo, de un lado y del otro. Si el modelo ya falleció, hace ampliaciones fotográficas sobre las que traza ejes, la geometría de la cara, para conformar un perfil redondo en la medida de lo posible. Una vez hecho esto se apega  fielmente al modelo, luego, busca la inspiración en lo que la persona es o fue, su obra, pensamiento y biografía, en este punto deja de ver fotografías para  trabajar el sentimiento, y posteriormente, si es posible trabaja con lo que él llama el efecto de transmutación, esto es involucrarse con y en las emociones de familiares, amigos y gente que conoce o conoció al modelo que retrata. Este proceso le otorga mucha libertad de expresión escultórica, pues siempre aprende más de lo imaginable sobre el retratado.

Su método es: Conocer lo más que sea posible del ser humano que a través de mis manos va a quedar inmortalizado en escultura de bronce. Es un asunto de responsabilidad y amor al arte.

Otro medio del que se apoya cuando la persona ya falleció, es el video en el que puede verla moverse, hablando, riendo y hasta estornudando, para entender la unión de las siluetas, la reacción de los músculos faciales y las expresiones comunes. Pese a esto, la observación a detalle que le da el trabajar con el modelo presente, no puede ser lograda de otra forma, además de ahorrarse muchas horas de análisis de imágenes.

En lo que respecta a la coloración del bronce, el escultor la escoge tomando en consideración el lugar donde se va a colocar, de manera que armonice con el entorno, así como que el color tenga un impacto atractivo en el espectador. Peraza afirma que es entretenido crear ciertas ilusiones ópticas con los materiales, pero al final, la escultura es un arte de realidad física en tres dimensiones, las ensoñaciones están sometidas a la realidad peso, masa, volumen, etc.

El material a fin de cuentas mostrará su verdadera cara, su esencia, los aspectos físicos y químicos con el paso del tiempo saldrán a la luz. Entonces, para qué engañarnos coloreando el bronce o la piedra. El efecto permanecerá por algún tiempo, pero no para siempre. Lo que hago yo con la pátina del bronce es acelerar el proceso de oxidación del metal, pues su color natural es dorado claro, la oxidación del aire y las lluvias lo oscurecerán y tornarán verde en sus distintas tonalidades.

 

Así mismo, la exploración de nuevas técnicas y materiales es un ejercicio que estimula la creatividad artística, Peraza lo hace con frecuencia, aunque no como parte de un resultado final sino de un proceso, juega con técnicas conocidas como la talla, ensambles, hueco grabado, esgrafiados.

En lo concerniente a la permanencia de la obra, algunos artistas buscan lo efímero, en el caso de Sergio Peraza, él busca que una obra esté bien hecha, que pueda durar cien o mil años, si las circunstancias lo permiten sin que necesite de mucho mantenimiento. No obstante, que la permanencia la considera circunstancial, mientras él viva no quiere ver desvanecerse en el olvido ciertas obras. En cuanto al arte efímero piensa que es una expresión realista que asume lo inevitable, pues no hay en el universo conocido, obra de arte eterna.

Otro punto clave para el éxito en la trayectoria de un artista plástico y consolidarse como tal, es la proyección internacional, esto toma tiempo y mucho trabajo, pero ahora, comenta Peraza con las comunidades virtuales, dar a conocer los proyectos e interactuar con artistas de otras latitudes del planeta, las cosas se han facilitado, lo que no quiere decir que sean sencillas. El internet es una herramienta para los artistas que ayuda a la generación de proyectos internacionales, actualmente él tiene obra expuesta en lugares como Rusia,  Escocia, Francia y China.

Conclusión

La escultura no sólo es representación y lenguaje sino testigo de la vida y sus hechos históricos, es un testigo silencioso, perpetuo, que no siempre está dispuesto a contar aquello que sabe. Por ello, hacer un estudio profundo de una obra de arte, requiere mucho trabajo y dedicación, es una labor gratificante y concordando con Sergio Peraza, la obra que un historiador del arte estudia como parte de un todo, un contexto, una época y como producto de un artista o un taller, al final se vuelve, de alguna manera, un ente autónomo, del cual el historiador reconstruye su vida y biografía, une las piezas del rompecabezas, casi como si ella le contará los acontecimientos que la llevaron al lugar donde se encuentra, donde llamó su atención y le permitió acercarse a ella y contarle sus secretos.

Quizás esto tenga que ver con la empatía que el historiador como espectador experimenta, ya que antes de historiador, primero es espectador y esta relación que se suscita entre una obra y él es la Einfühlung – empatía, endopatía y proyección sentimental o del yo, sentimiento en sus distintos tonos, nunca ligado a reglas ni lógica -. Al acercarse a una obra, la empatía permite que haya una relación con ella, a partir de la penetración emocional, admitiendo transferencias psíquicas y espirituales, que llevan a la compresión del Arte.

Bibliografía

OCAMPO, Estela y PERAN, Martí, Teorías del arte, Ed. Icaria, Barcelona, 1998.

PALAZÓN MAYORAL, María Rosa, La estética en México. Siglo XX, Diálogos entre filósofos, UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS, FONDO DE CULTURA ECONÓMICA, México, 2006.

WORRINGER, W, Abstracción y naturaleza, Breviarios del Fondo de Cultura Económica 80, México, 1983.

Entrevista

Entrevista a Sergio Peraza, escultor, realizada por Haydeé Gutiérrez Villa, México D. F., a 3 de diciembre del 2010. No publicada.

Páginas de internet

Poliéster (polímero), http://es.wikipedia.org/wiki/Poli%C3%A9ster_%28pol%C3%ADmero%29,                  9 de diciembre del 2010.

Resina epoxi, http://es.wikipedia.org/wiki/Resina_epoxi, 9 de diciembre del 2010.

Bronce a 1200 grados centígrados
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